El crecimiento de los motores de búsqueda se ha incrementado desde el inicio de internet y desde la creación de Google Inc., ofreciendo diferentes estrategias para maximizar los servicios que ofrece la red. El marketing en los motores de búsqueda o Search Engine Marketing, SEM, es la herramienta que describe las actividades pagas que se realizan para alcanzar una mayor exposición en las páginas de los resultados de los motores de búsqueda, y aumentar el tráfico del sitio web de la marca. El nivel de visibilidad de una página web depende del número de usuarios únicos que acceden gracias a la referenciación de una página web, donde los motores de búsqueda son los responsables hasta un 81% de las visitas de los diversos sitios web del mundo (Yalcin & Köse, 2010). De hecho, la búsqueda tradicional en papel ha migrado casi en su totalidad a los motores de búsqueda online, convirtiéndose en las páginas web más visitadas a nivel mundial (Alexa, 2016) y siendo una nueva herramienta utilizada por las empresas para promover el comercio electrónico (Jansen & Molina, 2006).
Adicionalmente, entre más tiempo de visibilidad tenga un sitio web dentro de los motores de búsqueda, se aumentan los niveles de posicionamiento web, efecto que causa mayores visitas, e incrementa la posibilidad para desarrollar relaciones con los clientes y lograr una transacción exitosa (Guzmán, 2013). Para hacer un óptimo plan de SEM, se debe conocer muy bien cómo es el comportamiento del consumidor, entender cómo son sus expresiones, cuáles son los métodos más utilizados, y así, las empresas van a gestionar y entender, las palabras claves más usadas por su segmento objetivo. El primer paso para construir una relación con el consumidor en internet es asegurando que el usuario o navegante de la red encuentre el sitio web de la empresa como su primera opción cuando hace una búsqueda específica (Fahlström & Jensen, 2016).
Uno de las herramientas más utilizadas por las técnicas del SEM, son las del Pay-Per-Clic (PPC) donde las empresas pueden decidir cuándo y cuánto invertir, es decir, que cuentan con un presupuesto flexible. Por otra parte, le da el beneficio de hacer una segmentación muy en detalle, gracias a la selección de palabras claves relacionadas con el producto o marca que se desea publicar, direccionando todos los esfuerzos de mercadeo al segmento de clientes que realmente está interesado, y no por el contrario, desperdiciar dinero en publicidad a público que no tiene ningún deseo por el producto en cuestión (Nabout, Lilienthal & Skiera, 2014). Finalmente, es importante indicar que para gestionar las estrategias de SEM se requiere de un estudio particular de los comportamientos y los hábitos de los consumidores para cada sector.
Bibliografía:
Yalcin, N., & Köse, U. (2010). What is search engine optimization: SEO. Procedia Social and Behavioral Sciences, 9, 487–493. doi: 10.1016/j.sbspro.2010.12.185
Alexa. (2016). Top Sites, Global Ranking. Recuperado de http://www.alexa.com/topsites
Jansen, B. J., & Molina, P. R. (2006). The effectiveness of Web search engines for retrieving relevant ecommerce links. Information Processing and Management, 42(4), 1075-1098. doi: 10.1016/j.ipm.2005.09.003
Guzmán, D., A. P. (2013). Factores críticos de éxito en el uso de las redes sociales en el ámbito universitario: aplicación a Twitter (tesis doctoral). Universitat Politècnica de València, Valencia, España.
Fahlström, K., & Jensen, C. (2016). Search Engine Marketing in SMEs: The motivations behind using search engine marketing. Recuperado de http://www.diva-portal.org/smash/get/diva2:898031/FULLTEXT01.pdf
Nabout, N. A., Lilienthal, M., & Skiera, B. (2014). Empirical generalizations in search engine advertising. Journal of Retailing, 90(2), 206-216. doi: 10.1016/j.jretai.2014.03.002
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